domingo, 11 de septiembre de 2011

Parte 3: Leyenda aliada sobre "ayuda inglesa"

Es muy probable que los planes de Daza para contratar mercenarios nunca hubiesen tenido éxito ante la carencia fundamental de administración marina propia y la bajísima calidad moral del personal que pretendía tomar, pero la prepotente propuesta desató el enojo del Almirantazgo Británico, quien se expresó sobre esta medida como un acto de "piratería organizada y legalizada" que no iba a aceptar bajo ninguna excusa, según carta de W. H. Smith a Lord Salisbury del 9 de junio de 1879, hecha en reacción a la petición boliviana formulada al Foreign Office. Además, los ingleses ya tenían el registro de la amarga experiencia derivada de las tropelías que el peruano Piérola cometió a bordo del "Huáscar", en mayo de 1877, y que no estaban dispuestos a permitir nuevamente.
Seguidamente, el día 14 se instruyeron órdenes al Comandante en Jefe de las Fuerzas Navales Británicas en el Pacífico para prevenir y responder a cualquier amenaza de secuestro o abordaje a los buques ingleses por parte de los aliados. Fue ésta la razón que, a la larga, amedrentó a la Alianza en su interés de hacer presencia inspectora en el océano a través de terceros, y no alguna otra razón relacionada con sus excesos de suspicacias.
A pesar de todo, peruanos y bolivianos insistieron por largo tiempo en presentar estos acontecimientos como un apoyo naval de Inglaterra a Chile. La verdad es que esta asistencia nunca fue tal y, de hecho, la English Pacific Steam Navigation Company, con 46 vapores que prácticamente habían monopolizado la actividad de la marina comercial en la región, acató estrictamente la neutralidad y jamás transportó tropas chilenas a territorio peruano, boliviano o en discusión. Afortunadamente, Chile pudo disponer de las naves de la Compañía Sudamericana de Vapores para sus menesteres.
Otro episodio recurrido por los predicadores del mito de la "ayuda inglesa", es la compra chilena de armas efectuada en plena guerra a Londres. A pesar de que Alberto Blest Gana también gestionó estas adquisiciones en París -sabiéndose que Francia apoyaba a los aliados-, habitualmente sólo se menciona el caso de las armas inglesas. Inclusive, el primer vapor cargado con armas era el "Zena", y no era inglés, sino alemán, llegando con su preciosa carga el 15 de junio 1879. El buque inglés "Glenelg" llegó el 1º de agosto, que Perú intentó interceptar en Magallanes con la "Unión", sin éxito. Le siguieron naves como el "Genovese" y más tarde los vapores "Maranchnense" y "Cartte Hylde", con armas provenientes desde los Amberes.
Estas acciones y tráficos (a veces al borde del contrabando) no fueron escasos durante la guerra ni tampoco privativos de Chile. El Perú también se abasteció durante el conflicto con armamentos traídos especialmente desde Europa y Estados Unidos a través de Panamá, contando con la facilidad extra de disponer del cómodo apoyo de los gobiernos de aquellos países, a veces con rasgos de complicidad. Costa Rica, solidarizando con los aliados (en quienes casi todo el el resto de América Latina, salvo países como el Brasil, creyó ver representados a los principios del americanismo) proporcionó a precios irrisorios más de 5.500 fusiles con municiones. Pero de todas estas provisiones, vale destacar la colosal carga norteamericana llevada al Callao por el transporte peruano "Chalaco", el 26 de junio de 1879, consistente en miles de rifles, metralletas, municiones, proyectiles antiblindajes, etc. Sólo en fusiles Remington, la carga del "Chalaco" llegaba fácilmente a las 10 mil unidades. Al mes siguiente, la misma nave regresó con 5 mil rifles más y un torpedista estadounidense para impartir funciones de mantención y artillería.
Al finalizar julio de 1879, producto de estas generosas ventas, los Aliados habían reunido como nuevo material cerca de 20 mil rifles, 2 botes torpederos, 6 cañones Krupp de 6 cms., 2 ametralladoras y 3 millones de vainas de cartuchos para fusil. Nótese que los descargues de armas continuaron por varios meses más, empezando por el mismo agosto siguiente, cuando la "Limeña" dejó en tierra otros 12 mil bultos en armas cuyas especificaciones lamentablemente desconocemos. Sin embargo, podemos señalar que los casquillos de las municiones utilizadas por la temible ametralladora francesa Claxton usada por los peruanos en Morro Solar, pertenecientes a la valiosa colección privada del distinguido investigador histórico chileno Marcelo Villalba Solanas, llevan claramente el sello de fabricación francesa, demostrando su procedencia desde el país franco en plena guerra.
Como dijimos, además, tras la pérdida de la "Independencia", el Presidente Prado se había empeñado en reforzar su material, adquiriendo miles de torpedos norteamericanos y contratando una gran cantidad de torpedistas e ingenieros ingleses y norteamericanos con la intención de atacar a los chilenos en Antofagasta, plan que culminó en desastre para su país con la captura del "Huáscar" en el Combate de Angamos . Pero por Panamá se continuó enviando armas largo tiempo, incluso después de destruida la marina peruana.
Fuentes:

Parte 2: Leyenda aliada sobre "ayuda inglesa"

No existe ningún documento que acredite o confirme las especulaciones peruanas y bolivianas sobre el supuesto apoyo diplomático o militar inglés a Chile. De hecho, las intervenciones inglesas y europeas en general, que veremos más adelante, iban orientadas en recuperar la paz atropellando incluso la voluntad chilena, dado que había intereses internacionales en toda la región continental que se veían negativamente comprometidos con la guerra. En otras palabras, a todos les interesaba y les convenía la paz. Inclusive, la Corona Británica se ofreció como mediadora en el conflicto, el 19 de abril de 1879, oferta que Lima repudió al suponer que el supuesto interés comercial inglés influiría sobre el arbitraje.
Como hemos dicho, además, los dos blindados "ingleses" fueron comprados luego de una gestión del Almirante Enrique Simpson en Estados Unidos y luego en Inglaterra, iniciada con la Guerra contra España, entre 1865 y 1866. De cuatro que originalmente se deseaban, por presupuesto se decidió comprar sólo dos. Sin embargo, el Foreign Office exigió hacer respetar las normas de neutralidad internacional y no se inició su construcción hasta terminada toda señal del conflicto, cuando el 18 de febrero de 1868 el gobierno de Chile elevó al británico una nota respaldada por las autoridades de España, para reiniciar los trabajos de armado de los que serían los navíos de guerra "Cochrane" y "Blanco Encalada".
Pero, como también dijimos, el Ministro Abdón Cifuentes logró convencer al gobierno chileno sólo hacia 1872 para concretar la compra y reiniciar su construcción en la Kingston-upon-Hull. Las fechas no son favorables a estas teorías revanchistas perú-bolivianas, como se ve.
Otro punto donde fluye el mito de la "ayuda inglesa" a Chile, deriva de la petición hecha por el gobierno de Bolivia al Foreign Office para que no llegasen a producirse envíos de armamentos desde New York o Londres a Valparaíso, vía Glasgow, el 23 de abril de 1879. Esto se debía a que la mayor parte del comercio y el tráfico marítimo en Sudamérica estaba en control de vapores de origen británico, y no a que los ingleses en particular tuvieran alguna clase de planes de abastecer a Chile con sus navíos.
Sin embargo, Bolivia carecía de un cuerpo de marinos y oficiales constituidos o capacitados para el propósito de detener cualquier potencial intento de todo buque neutral de proveer de armamentos a Chile. Según lo admiten autores serios como la Directora del Departamento de Geografía del Goldsmith's College de Londres y gran defensora de Bolivia, doña J. Valerie Fifer, Daza pretendió solucionar esta carencia contratando corsarios con naves y tripulación propios, facultados con patentes del Estado boliviano para ejercer labores de gendarmería sobre el tráfico marítimo ("Bolivia: Land, Location, and Politics since 1825", Cambridge, 1972).
Contínuara... parte 3

Leyenda aliada sobre "ayuda inglesa"


Mucha ha sido la alharaca largamente extendida entre los ex aliados, sobre la pretendida "participación inglesa" en el apoyo a Chile durante la Guerra del Pacífico, al punto de que algunos, con una audacia y tremendismo que raya en el delirio patológico, llegan a aseverar que la guerra peruano-boliviana fue en realidad en contra de los intereses británicos representados por Chile, interpretación que, ajustada a esas teorías de las contradicciones económicas como "motor de la historia", fue la favorita de los muchos períodos de gobierno de tendencias izquierdistas y devotos del materialismo histórico que se vieron en esos países. Esta supuesta ayuda se habría notado particularmente durante esta primera etapa de la guerra.
Sin embargo, a la hora de ofrecer pruebas concretas de estas acusaciones, generalmente se discurre entre los susodichos intereses capitalistas de los inversionistas ingleses socios de la compañía (que hemos analizado más arriba con gran detalle), omitiendo, por supuesto, que similares intereses había de parte de los franceses en el Perú, por los contratos con la firma franco-judía Augusto Dreyfus & Hermanos y los compromisos con la poderosa Banque Française, con quienes el Estado había contraído grandes deudas sobrehipotecando el guano, negocio que estaba ya en franca decadencia y agotamiento, lo que motivó las medidas peruanas de monopolización del salitre para salvar la crisis. De hecho, Dreyfus prestaría al Gobierno de Prado la extraordinaria suma de un millón de libras para que adquiriese armas de última generación en Europa, después del Combate Naval de Iquique.
Peor resulta el momento de tener que demostrar que este interés se materializó en acciones concretas de parte de Gran Bretaña hacia Chile. Antes de interesarnos en negar o confirmar esto, la sola presentación del origen inglés de los blindados como "pruebas" o "evidencias" de la intervención inglesa en favor de Chile (o detalles anodinos y rebuscados, que incluyen hasta el origen de las telas de los uniformes militares chilenos) se enfrenta a un contexto que permitiría similar acusación en contra del Perú. Como se sabe, una gran cantidad de ingenieros y artilleros ingleses operaron al servicio del Perú en sus navíos de guerra, incluso en el mismo "Huáscar", además de haber conseguido por la vía diplomática grandes acercamientos con Inglaterra y Francia a través de banqueros judío-europeos, con los que, en plena guerra, lograron un peligrosísimo acuerdo que hubiese resultado en un verdadero complot contra Chile, afortunadamente saboteado por políticos temerarios como Blest Gana y sus agentes. La inteligencia chilena contaba para entonces con talentosos y eficientes informantes, entre los que destacaban los hermanos Blest Gana y el profesor Abelardo Núñez. Hay otros que son definitivamente legendarios, surgidos de la imaginación de Jorge Inostrosa en "Adiós al Séptimo de Línea" y que con frecuencia son creídos reales por la calidez de su prosa.
Contínuara...

viernes, 9 de septiembre de 2011

Parte 3: MICULLA “INICIACION Y SAURIOS EN TACNA”

Parte Nª 3
Nos asombra esta portentosa cosmovisión matemática del mundo que incluye al bien y al mal. Nuestro primer artista tiene el mismo espíritu de Kant, es uno de los (tantos) antecesores de Pitágoras y del autor de el "Génesis" o de "Enuma elish". Sólo se diferencian por el tiempo y porque el Dios de aquel cazador era un 'animal antepasado'.
En los petroglifos 'tardíos' (posteriores) ojeamos a chamanes en posición de 'candelabro' de siete (!) puntas, como una "Menorá" judía, y, en ese tiempo, hacen un pequeño anfiteatro de tres semicírculos en cuyo centro está el asiento del chamán configurando un candelabro de 7 brazos, tal como se ve en la sombra de un helecho (?) de ese lugar. Es para quedarse estupefacto.
Un grupo de estudiosos, muy discretos para evitar depredación, encontraron, en las alturas del departamento, huevos de dinosaurios, saurios, yo poseo uno que podría ser de un reptil volador. También hay lo que parece árboles, rotos, petrificados. Hallé una Criocera del período Cretácico con la impronta, en su parte central, de algo semejante al sector medio de un Trilobite (que para su entonces ya sería un fósil), también la huella, en una piedra, de otro Ammonite. He visto, en manos de expertos locales, trilobites fosilizados, que se extinguieron hacia fines del período Pérmico e inicios del Triásico, hace doscientos treinta millones de años. Fotografié lo que parece ser una 'mano' sin dedos de un antiguo reptil, igualmente petrificado.
Considero, como hipótesis, que la ceremonia de iniciación fue realizada en Tacna hace 15,000 años (13,000 a.C.) y que el hombre estuvo en este departamento alrededor de 20,000 años.
Reconozco el peligro, enorme, de las especulaciones pseudo- científicas y la futilidad de las transpolaciones. Sin embrago me arriesgo en realizar esta hipótesis por las siguientes razones:
En petroglifos antiguos, y posteriores al del rito, se pueden ver hasta dos grandes felinos. Uno de ellos es enfrentado por un hombre, que tiene en sus manos una lanza. Este gran felino es distinto que el puma y parecido a las reconstrucciones que se hacen del 'tigre diente de sable' (smilodón). 'Rescaté' un petroglifo donde se ve un pequeño caballo, encontrado en las alturas. Ahora está en el INC. Ambos animales desaparecidos hace unos diez mil años.
En las fosas más 'tempranas' del litoral no hay cerámica ni tejidos. Los muertos están sólo cubiertos con rústicas pieles, posteriormente ya tienen tejidos muy toscos. En la parte alta de Tacna tampoco hay cerámica ni tejidos y las fosas son relativamente pequeñas, lo que induce a pensar que los difuntos se hallaban de costado y semiflexionados.
En Miculla hay un petroglifo donde se observa a dos recolectores y a un cazador en aparente actitud mágica. En otros más tardíos ya vemos hombres con arco y flecha. hay uno donde está un hombre que prolonga su brazo con una lanza, indicando la extensión de su cuerpo para dominar la Tierra.
Las puntas, que en el departamento hay miles, van desde las más elementales a las de una perfección increíble. Comparando con las de Paccaicasa (20 a 16,000 a.C.) nuestras primeras puntas son similares. En el monumental trabajo de Kauffmann Doig: "Manual de Arqueología Peruana" está la reproducción de un esquema temporal elaborado por Mc Neish, la secuencia de las puntas la hallamos en Tacna.
Francisco Rothhammer y colaboradores (revista "Chungara"- Arica-, números 16-17, Octubre de 1986) proponen la hipótesis de que el hombre se asentó en Chile hacia 10,000 a.C. En ese mismo número Carlos Aldunate obtiene, mediante fechados arqueométricos y documentales, una antigüedad mayor a 9,000 años para la presencia del hombre en la parte alta del río Loa.
Karen Wise (Anthropology Section, Natural History Museum of Angeles) en el 1994 da una cronología para las momias de 'Chinchorro', al Sur de Arica que llega a los 8,000 a.C.
Hugo Nami, con datación radiocarbónica AMS, fecha la presencia del hombre, en el extremo Sur de Chile, en poco más de 10,000 a.C. (1994).
Visite Tacna, Calientes, Miculla, la Boca del Río y quedará maravillado.

Parte 2: MICULLA “INICIACION Y SAURIOS EN TACNA”

Parte Nª 2

Vemos en el petroglifo SIETE seres: la piedra (viva), al chamán, al espíritu de la muerte, TRES jóvenes, y el Dios al que invocan. Debemos recordar que para ellos el Universo está pleno de vida. El joven que se inicia está firmemente parado, con las piernas entreabiertas. Las manos se ubican sobre su frente con las palmas adelante. Esto último se deduce por la posición de los brazos. Del codo derecho pende una pluma simbolizando a las aves (posiblemente águilas), que dominan los cielos. Parece estar cubierto sólo con un taparrabo a diferencia del chamán y de los otros jóvenes, deduzco que ejemplifica un estado de inocencia o de orfandad. Hay otros petroglifos en los que observamos hombres que tienen la misma posición de sus manos, pero las piernas y el tronco se hallan curvados. Evidentemente se trata de enfermos que piden auxilio, junto a ellos está un chamán o médico-hechicero haciendo un conjuro. Estos petroglifos, por su más acabada realización, son posteriores.
El joven ESPERA una palabra u orden para darse vuelta y recibir la lanza que le ofrece el chamán. El chamán es el intermediario, el lazo entre los hombres y el Dios al que invocan. Está a la IZQUIERDA, lleva un gorro sobre la cabeza, tal vez significando que su poder no es absoluto y que está bajo la autoridad del Dios. Extiende hacia adelante el pie izquierdo (me costó llegar a esta conclusión). Con ambas manos extendidas agarra, reciamente, la lanza que va a entregar. Colijo que no conocían aún el arco y la flecha, que si se ven en posteriores grabados. El chamán representa la sabiduría de la tribu, quizá por eso se halla a la izquierda en la roca. En este punto debo decir que el hemisferio cerebral derecho controla el lado izquierdo del cuerpo, que es cede del saber intuitivo, de la continuidad, de la estética y la geometría. Concluyo por ello que la Inteligencia del Universo se encuentra imprimida en la estructura molecular de nuestro organismo.
El segundo jovencito, 'vestido' y con máscara de felino, coge con la mano izquierda el codo derecho del que se inicia (el brazo fuerte). Invoca y apoya. El tercero sólo implora, en 'posición de candelabro' a sí como un cactus, o como alguien que levanta las manos para conservar el equilibrio.
Los tres jóvenes son el futuro de la tribu, es decir, una indestructible cadena de vida. Los CUATRO hombres están en el mismo nivel pero se distinguen por sus tamaños y funciones, revelando jerarquía. No por azar hay tres muchachos, el tres denota progresión. Tampoco es una casualidad que sean cuatro miembros de la tribu ya que con este número, el 'artista', sugiere simetría. No están presentes las mujeres porque en este período de cazadores, pescadores y recolectores ellas cumplían un rol doméstico.
En el extremo derecho está el poderoso dios del mal, huyendo hacia el subsuelo. La santidad de la ceremonia lo espanta, se le ve bramando. Posee una cola con siete aguijones: ­es un dinosaurio! evidentemente ellos vieron sus fósiles y los consideraron como seres infernales. Nos recuerda, este 'dragón', al Ahrimán chino, a Tiamat de los antiguos babilonios, a Leviatán y Behemot bíblicos, etc. En petroglifos posteriores el dragón cambia de forma, se estiliza, es una serpiente con cabeza de pteranodonte! que sale de su tercera curvatura y su cuerpo se prolonga para terminar en una garra.

Contínua...  seguir parte Nª 3

MICULLA
“INICIACION Y SAURIOS EN TACNA”

 

Articulo extraído de www.ugr.es/~ri/anteriores/dial03/inv-3.htm, Diálogo Iberoamericano 3, de E. Araoz (RTVE).
Dr. Elías Langer: "¿Dónde te hallas en tu mundo... y cuán lejos has llegado?". No cabe duda! la pregunta es imposible de responder. En los insondables subterráneos de nuestro cerebro se encuentran los mitos, las tradiciones y la fe. El pasado y el futuro!. Las creencias transempíricas no ceden un milímetro a los portentosos adelantos de las ciencias, son arquetipos universales presentes en todas las épocas.
Tacna tiene una prehistoria aún poco conocida. Caminando por las alturas de Calientes y Miculla y bajando los estrechos valles hasta el hermoso litoral, nos transportamos a un otro tiempo colmado de misterio. Seres mitológicos no pierden de vista nuestros pasos. Desde una colina frente a Calana nos observa, pensativo, un gran señor de piedra. Es una huaca de unos tres metros de altura. Fue desvelada devotamente por el historiador Dr. Luis Cavagnaro Orellana.
Este trabajo es el resultado de largos años de esfuerzos de un aprendiz en este campo. Me asalta siempre la preocupación de caer en una especulación pseudo- científica. Pero voy a arriesgarme en esta aventura, temeraria, del pensamiento. Ustedes me acompañarán en este viaje a lo incógnito.
Los utensilios, desde las piedras brutas o toscamente talladas, los ceramios, desde los más burdos a perfectas obras de arte, los vestidos, desde pieles hasta tejidos incas de asombrosa estética y simetría, siguen una secuencia lógica. Ellos nos hablan del corazón del hombre, de sus angustias, temores y esperanzas; de su titánica lucha para sostener la vida proyectándose al futuro, de la libre y potente imaginación para comprender y conquistar la Tierra.
Describir y explicar el Rito de Iniciación demanda hacer un trabajo fenomenológico, inferencias, y, ubicarlo dentro de su contexto ecológico y cultural, no alejado de conjeturas (Inevitablemente). Es oportuno precisar que hay que amar a las piedras para "oír" lo que nos dicen. El hombre vio en las piedras no sólo un medio de defensa y ataque sino también algo sagrado. Con y en ellas representaron a sus dioses y su vida. Prueba de ello son los monumentos megalíticos, la Venus de Willendorf (estatuilla del paleolítico), los falos, y, los petroglifos.
El rito está escenificado en un petroglifo de Miculla, al Este de Tacna. Se trata de una práctica universal que persiste a lo largo de milenios, aunque modificándose calmosamente. Todo ritual es una forma de lenguaje que explícita los aspectos trascendentes de la vida y que no son factibles de expresarse de manera científico-racional. En nuestro caso está referido al 'pasaje' de la niñez a la vida adulta. "Muere" el joven para "renacer" a una nueva forma de existencia. Será padre de una flamante familia. Quizá adquiera otro nombre. Tendrá acceso a funciones sacras convirtiéndose en 'hijo de Dios' e ingresando a la eternidad. El hombre desde que es hombre (Homo Sapiens S.) es un ser pensante, creador de símbolos, libre y religioso.
Continúa…

lunes, 5 de septiembre de 2011

Las Rabonas...


"...Las rabonas están armadas. Cargan sobre mulas las marmitas, las tiendas y en fin todo el bagaje. Arrastran en su séquito a una multitud de niños de toda edad. Hacen partir a sus mulas al trote, las siguen corriendo, trepan así las altas montañas cubiertas de nieve y atraviesan los ríos a nado llevando uno y a veces dos hijos a sus espaldas. Cuando llegan al lugar que se les ha asignado se ocupan primero en escoger el mejor sitio para acampar. Enseguida descargan las mulas, arman las tiendas, amamantan y acuestan a los niños, encienden los fuegos y cocinan. Si no están muy alejadas de un sitio habitado van en destacamento en busca de provisiones. Se arrojan sobre el pueblo como bestias hambrientas y piden a los habitantes víveres para el ejército. Cuando los dan con buena voluntad no hacen daño alguno, pero cuando se les resiste se baten como leonas y con valor salvaje triunfan siempre de la resistencia...Estas mujeres proveen a las necesidades del soldado, lavan y componen sus vestidos...Viven con los soldados, comen con ellos, se detienen donde ellos acampan, están expuestas a los mismos peligros y soportan aun mayores fatigas...Cuando se piensa en que, además de llevar esta vida de penurias y peligros cumplen los deberes de la maternidad, se admira uno de lo que puedan resistir."

Peregrinaciones de una paria[1]
La escritora francesa Flora Tristán hace mención en su obra Perigrinaciones de una paria, que narra entre otras cosas los sucesos de la guerra civil peruana de 1833-1834, las llama las Vivandières de la América del Sur, término utilizado en la Francia Napoleónica para referirse a las mujeres que acompañaban al ejército francés como cantineras o vendedoras de provisiones, aunque las características propias de las rabonas peruanas eran diferentes como refiere sorprendida la misma Flora Tristán.
Rabona, es como se conoce en Perú y Bolivia a las mujeres que solían acompañar a los soldados de infantería en las marchas y campañas militares del siglo XIX. Su nombre deriva del hecho de que generalmente marchaban en la cola de las columnas y aunque también se les conocía como cantineras el término original era el más extendido; al darse el alto ellas preparaban la comida y atendían a sus maridos o parejas, reparando los uniformes y realizando otras tareas domesticas, que en esa época incluso podían considerarse de logística.

Sus orígenes se remontan al ejército realista peruano de la guerra de independencia, donde los oficiales permitían que las mujeres de los reclutas, generalmente indígenas y mestizos de la sierra, les acompañaran en campaña incluso con sus pequeños hijos a cuestas para de esta manera evitar la desmoralización y deserción de la tropa durante los primeros meses del adiestramiento. Con el tiempo muchas de ellas terminaban formando parte integrante del batallón y no era inusual que caído su hombre en combate le prodigaran los primeros auxilios o asistieran en su agonía llegando a tomar incluso el rifle de aquel para continuar combatiendo, los hijos nacidos o criados en campaña solían pasar el resto de su vida ligados a la milicia incorporándose como tamborileros desde la niñez o como soldados desde la adolescencia.
En todas las guerras externas y civiles del Perú y Bolivia del siglo XIX, la rabona sería una personaje cotidiano del medio ligada generalmente al soldado andino de infantería.
De esta manera el geógrafo e investigador británico sir Clements R. Markham referiría sobre el ejército peruano en su obra "La guerra entre el Perú y Chile" publicada en Londres en 1881:
"Se permite a las mujeres de los reclutas, llamadas rabonas, seguir a los regimientos en que sirven sus maridos. No reciben ración sino que se alimentan con parte de la que toca a sus cónyuges. Estas fieles y sufridas criaturas siguen a los ejércitos en sus largas y fatigosas marchas, llevando las mochilas y utensilios de cocina, carga que a veces agrava el peso de un niño de pecho. No bien se hace alto, la rabona se afana en preparar el alimento de su marido, que por lo común, tiene ya dispuesto al romperse las filas. En el combate se le ve atendiendo a los heridos, satisfaciendo sus necesidades y mitigando el sufrimiento de la sed intensa. El agua es escasísimo y precioso elemento en los arenales del Perú, mas la rabona casi siempre se ingenia para tener con que humedecer los labios del herido. Otras veces, puede vérsela buscando el yacente cadáver de su amado e imprimiendo en sus labios el último beso, indiferente a las balas que silban en su derredor."[5]

No obstante esta descripción en ocasiones las rabonas recibían un pago de la caja del cuerpo como si formaran parte de él y eran empadronadas en listados elaborados por la inspectoría del ejército donde se consignaba su nombre y el "soldado a que pertenece". En el periódico "El Nacional" del 9 de diciembre de 1876 dice:
"Las rabonas del batallón Ayacucho en número de doscientas fueron hoy al palacio de gobierno, pidiendo se les remitiera al lugar donde se encuentran sus esposos. Las amorosas, como también se les llama, renuncian al diario pago que se les da, a fin de cubrir con él los gastos que ocasione su viaje".[6]
"Cuando ascendía a la cuesta, era verdaderamente conmovedor el espectáculo que ofrecían unas 300 o 500 rabonas, descendiendo hacia Tacna con sus hijos a la espalda, sus ollas de comida en la mano, las lágrimas en los ojos y una queja dolorida en los labios."
Capitán argentino Florencio del Marmol, agregado al estado mayor boliviano, refiriendo la Batalla de Tacna, 26 de mayo de 1880[7]

Aunque generalmente al iniciarse el combate eran enviadas a retaguardia para colaborar con los servicios de ambulancia algunas llegaban a tomar parte en las acciones y por sus méritos militares eran promovidas en el mismo campo de batalla e incluso se hacían merecedoras de una pensión militar como cualquier veterano si es que resultaban heridas, tal fue el caso de María Olinda Reyes, rabona pierolista conocida entre la tropa como Marta, quien participó en la guerra con Chile y la guerra civil de 1895, donde llegó a alcanzar el grado de capitana obteniendo perdurable fama en el ejército, siendo que una marinera le recuerda "muchachos vamos a Lima que viene la montonera, con Felipe Santiago Oré y Marta la cantinera".[8]
A principios del siglo XX la figura de la rabona había desaparecido paulatinamente por las reformas implementadas en el ejército y las variaciones en el servicio siendo que finalmente se convirtió en un personaje del recuerdo.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Los tacana...


Cuenta la historia que al inicio la zona estaba poblada por camanchacos, coles, lupacas, chinchorros, uros. La colonización aymara ocurrió hacia el 800 y posteriormente el Inca Túpac Yupanqui recorrería esta región integrándola al Imperio inca.
En 1572 se inician los primeros asentamientos hispánicos en el valle del río Caplina, sobre el territorio que actualmente ocupa la ciudad.
El nombre de la ciudad, Tacna, proviene del vocablo Takana o Taccana (Taqana) de la raíz verbal aymara "taka-" (golpear) y la primera persona singular "naya" o "naa" (con elisión consonántica de la "y" entre dos vocales iguales), por lo que se le traduce como "Yo golpeo", que fue modificada al inicio de la Colonia, llamándose simplemente Tacna, por la acción del mínimo esfuerzo para nombrarla.[cita requerida]


Vicente Dagnino indica que Takana o Taccana proviene de las raíces quechua: taka: golpear, y na: lugar, que significaría: Yo golpeo en este lugar en relación a la conquista de los quechuas sobre este valle. Manuel A. Quiroga, dice proviene de las voces aymaras: ta arranque, ka divide y na asiento; es decir "Asiento o lugar de división o partición" de tierras para el cultivo. Carlos Auza Arce,[1] indica que Takana puede significar: Mazo, martillo, mortero, mano de mortero, piedra, duro, dique, andén, siendo de uso común en el quechua y el aymara.

Jorge Cáceres[2] indica que el nombre podría ser un sinónimo de ladera o gradería. Los habitantes del Collao llaman Taccana a las quebradas suaves que desembocan en el lago Titicaca, por lo que este vocablo podría venir del aymara. Rómulo Cúneo Vidal indica que significa "lugar cultivado en eras de suave gradería". Los campesinos aymaras de la provincia de Tarata indican que la palabra Taccana significa: "Ladera o terreno ubicado en ladera con andenes y graderías"; así en el valle de Chucatamani existe un lugar con esas características y se llama Taccana se parecen a los que existen en las cabeceras del valle de Tacna.